En los meses de Noviembre y Diciembre del 2008 pasé contrastamentemente, como toda mi obra, de los murales a unas delicadas miniaturas. El verano y las salidas en Bella Vista con el grupo de amigos me hacían no poder pasar tantas horas en el taller, por lo que empecé a pintar sobre cartones en blanco que me habían quedado de las clases del Centro Cultural La Loma. Eran fáciles de llevar a todas partes y de hacer mientas tomabamos mates y boludeabams en lo de algún amigo del pueblito.Sobre estos cartones prensados, hacía manchas de colores inspiradas en la personalidad de las pesonas con las que estaba y después invertía largas horas (o días) observándolas, hasta encontrar la imágen acertada. Una vez clara, ya en casa, las remarcaba con algunos el trazos del pincel el cual o simple o super recargado marcaba en automatismos blancos y/o negros la imagen que había encontrado deseable.
"Ella" "Long Legs"
"Prayer" "Sábanas"
"Carito" "Nicky"
Personalmente, esta experiencia de pintar en medio de la salida con mis amigos me hizo encontrar que en mi momento creativo, además de los pinceles, el material y la música, lo que más me gusta es la Gente.
Afiancé y analicé mi gusto por la gente, el ruido, la ciudad, que me levanten a las 7 am porque alguien se puso a tocar el violín o el órgano, o porque alguien se quedo sin llaves y bien sabe Dios porqué vuelve tan tarde... Empecé a reir de las presencias a mi al rededor y a disfrutarlas al máximo. Me gustaba percibir los músculos, sonidos, pensamientos, miradas, olores, sentimientos de cada persona con la que estaba. Empecé a interesarme por la música instrumental y a concentrarme en temas urbanos, que me atraen por la cualidad que tienen de ser artificios del hombre. 
"Un simple Delirio"
"Beduina"
"Sin título"